sábado, 30 de enero de 2010

MUERE J.D. SALINGER



Un personaje misterioso, esquivo con los medios de comunicación, del que apenas se conocen imágenes. Jerome David Salinger, autor de El guardián entre el centeno, una novela que ha marcado a miles de jóvenes de todo el mundo, ha fallecido los 91 años en New Hampshire (EE UU).


Durante décadas, fue una novela de culto entre jóvenes lectores pues sabe relatar las dificultades del tránsito entre la infancia y la edad adulta.



martes, 19 de enero de 2010

Nuevo texto para el comentario... CLANDESTINOS

Os presento un nuevo texto para el comentario. Se trata de una columna que publicó Millás el año 2005 invitando a una reflexión distanciada e irónica de la imagen que proyecta socialmente un lector joven... Es una buena lectura para comenzar 2010 preguntándonos cuál es la función de la literatura (si es que ha de cumplir alguna función), en general, y qué aporta a los lectores. Trabajaremos el comentario de texto pragmático respondiendo a la intención y finalidad del autor, interés y vigencia del asunto que se trata. Aprovecharemos el texto para trabajar mecanismos de coherencia y cohesión.

sábado, 16 de enero de 2010

2010, CENTENARIO DEL NACIMIENTO DEL MIGUEL HERNÁNDEZ


El poeta de Orihuela (Alicante) nació el 30 de octubre de 1910. Durante este año celebraremos, pues, el centenario de su nacimiento. Estaremos atentos a cuanto nos vayan dejando los medios de comunicación. Entre ellos, hay una página en Internet sumamente interesante: Miguel Hernández, virtual.

Hemos mencionado en clase a Miguel Hernández como el autor de una de las elegías más bellas y sobrecogedoras de la literatura en lengua castellana, Elegía a Ramón Sijé (1936)


ELEGIA A RAMÓN SIJÉ. (En Orihuela, su pueblo y el mío, se me ha muerto como del rayo Ramón Sijé, con quien tanto quería.)




Yo quiero ser llorando el hortelano

de la tierra que ocupas y estercolas,

compañero del alma, tan temprano.



Alimentando lluvias, caracolas

y órganos mi dolor sin instrumento,

a las desalentadas amapolas


daré tu corazón por alimento.

Tanto dolor se agrupa en mi costado,

que por doler me duele hasta el aliento.


Un manotazo duro, un golpe helado,

un hachazo invisible y homicida,

un empujón brutal te ha derribado.


No hay extensión más grande que mi herida,

lloro mi desventura y sus conjuntos

y siento más tu muerte que mi vida.


Ando sobre rastrojos de difuntos,

y sin calor de nadie y sin consuelo

voy de mi corazón a mis asuntos.


Temprano levantó la muerte el vuelo,

temprano madrugó la madrugada,

temprano estás rodando por el suelo.


No perdono a la muerte enamorada,

no perdono a la vida desatenta,

no perdono a la tierra ni a la nada.


En mis manos levanto una tormenta

de piedras, rayos y hachas estridentes

sedienta de catástrofe y hambrienta.


Quiero escarbar la tierra con los dientes,

quiero apartar la tierra parte a parte

a dentelladas secas y calientes.


Quiero minar la tierra hasta encontrarte

y besarte la noble calavera

y desamordazarte y regresarte .


Volverás a mi huerto y a mi higuera:

por los altos andamios de mis flores

pajareará tu alma colmenera


de angelicales ceras y labores.

Volverás al arrullo de las rejas

de los enamorados labradores.


Alegrarás la sombra de mis cejas,

y tu sangre se irá a cada lado

disputando tu novia y las abejas.


Tu corazón, ya terciopelo ajado,

llama a un campo de almendras espumosas

mi avariciosa voz de enamorado.


A las aladas almas de las rosas...

del almendro de nata te requiero:

que tenemos que hablar de muchas cosas,

compañero del alma, compañero.

(1 0 de enero de 1936. R. Sijé había muerto el 25 de diciembre de 1935)